martes, 14 de octubre de 2008

Viva la mujer caleña


Articulo revista Viva cali 3 edicion

Un vistazo diferente a las mujeres de aquí
Belleza y persistencia
a toda prueba
Con el fin de hacer realidad sus ideales, las caleñas han consolidado un estilo de hacer las cosas, que así pase inadvertido, ha beneficiado a todo el país. Un reconocimiento a sus contribuciones en la construcción de equidad social.

Desafortunadamente la participación que han ganado gracias a su tenacidad, es empañada por la existencia de otros graves inconvenientes con los que ellas tienen que lidiar, como el maltrato físico y el abuso sexual, que en Colombia y en el mundo son problemas que vapulean la dignidad y ponen en riesgo su integridad.

“Venciste mujer, con no dejarte vencer”, Pedro Calderón de la Barca.
No es fácil ser mujer en un mundo en el que el manejo y visión masculina las avasalló desde los inicios de la historia. Y es que a pesar del notable potencial del género femenino para la concertación, la toma de decisiones inteligentemente analizadas y liderar procesos de forma organizada, su participación en los ámbitos políticos y empresariales sigue siendo reducida más no significativa. Tampoco se puede negar que con el paso de los años la mujer tuvo una emancipación intelectual que ha llegado a constituirse en el único cambio social realmente trascendental en la historia de los últimos 50 años.

En el caso particular de las caleñas, ellas no han sido ajenas a este proceso, sino todo lo contrario, han tomado la bandera de la causa que defiende sus derechos y busca brindarles una mejor calidad de vida. Es así como gran parte de las iniciativas por la equidad entre géneros, el respeto a su contribución y la generación de alternativas que apoyan las iniciativas de negocios femeninos han surgido en Cali y después se han propagado al resto del país.

Semillas de esperanza

Y así como se han obtenido logros, también han surgido nuevas realidades, como la destacada recientemente en la divulgación de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud del 2005, que encontró que 26 de cada cien niños colombianos crecen sin su papá y tres de cada diez hogares del país tienen a la cabeza a una mujer soltera. En Cali, esta proporción es ligeramente más alta: 32 por ciento, pero no menos preocupante.
Á ngela Cuevas, fundadora de la Asociación Mujeres Cabeza de Familia, confirma que la realidad de las mujeres que deben afrontar solas el sostenimiento de sus hogares afecta a todas las clases sociales y que este fenómeno se agrava en los grupos de escasos recursos por su falta de formación. “La asociación se ha encargado de capacitarlas para que ellas puedan generar ingresos desde su hogar. Muchas de ellas tienen ahora su propio negocio: hacen tarjetas, libros, álbumes y nosotros ayudamos a comercializar sus productos. Tenemos además el instituto de educación no formal donde las capacitamos en lo que quieren aprender, alguna cosa que les sirva para poder generar ingresos. La idea es que puedan llegar a sus casas y poner un negocio que nosotros les ayudamos a establecer para que empiecen a trabajar”.
Para la directora de la Asociación de Mujeres Cabeza de Familia, la labor de esta institución y el espacio que ganaron las mujeres caleñas para desempeñarse en diferentes cargos a nivel político y corporativo se debe a la capacidad de liderazgo y trabajo que las caracteriza: “la mujer caleña es una mujer muy aguerrida, en Cali han nacido los grandes movimientos, inclusive cuando se logró el sufragio para las mujeres fueron caleñas las que empezaron a hacer toda esta labor, entre ellas Esmeralda Arboleda y Mercedes Lloreda, dos de las pioneras que lograron el sufragio para la mujer, y posteriormente también fue en Cali donde se sembró la semilla de la Ley de Cuotas, aquella que establece que todo gabinete gubernamental debe tener al menos el 30 por ciento de mujeres, entonces, Cali ha sido semillero de muchos movimientos de mujeres”, hecho que también confirma Ángela Cuevas, quien anunció que en 2007 se realizará en Cali durante una semana la Primera Precorte de la Mujer Contra el Olvido y Para la Resistencia. El objetivo de este evento es “que se escuchen las voces de las mujeres, y que tenga una repercusión internacional. Aquí se van a recoger los dolores de las mujeres que han sido causados por el conflicto armado”.
Aunque las acciones emprendidas por las caleñas han permitido que su rol dentro de la sociedad les otorgue mayores posibilidades de desarrollo profesional, Ángela Cuevas concuerda con las opiniones que señalan que aún falta bastante camino por recorrer, porque en algunas compañías todavía existe discriminación con respecto al género. “Colombia es un país donde el 53 por ciento de los egresados de las universidades son mujeres, pero el problema se da para que ellas puedan llegar a los cargos directivos, eso ha sido muy difícil. En Cali y en todo el país todavía seguimos con ese problema, algo que no debería ser así porque ellas han demostrado sus capacidades como empresarias y ejecutivas. Para que tengan las mismas posibilidades que los hombres dentro de las organizaciones es necesario que al igual que lo hizo la Ley de Garantías en el gobierno, se establezca una ley que exija que en la empresa privada las juntas directivas y en los niveles de decisión haya un porcentaje mínimo de conformación de mujeres”.

Impulso al trabajo

El carácter emprendedor de la mujer del Valle tiene muchas otras joyas que mostrar, como el trabajo de Clara Serra de Akerman, que en compañía de un grupo de vallecaucanas dio vida a WWB Colombia o Banco de la Mujer. Esta fundación cuya sede está en Cali, se encuentra afiliada a la Red Mundial ‘Women’s World Banking’ y se especializa en otorgar créditos a las mujeres microempresarias.
Actualmente, Clara Serra es la Presidenta de la Junta Directiva de esta institución, que además de sus oficinas en Cali, tiene agencias que extendieron su labor a otras ciudades del país como Bogotá, Armenia, Cartago, Popayán y Pereira entre otras. Como reconocimiento al trabajo serio y al compromiso del Banco de la Mujer en Colombia, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), le otorgó en 1999 el premio a la excelencia en microfinanzas.
Para Clara Serra de Akerman, no sólo en Cali sino que en Colombia, todavía hay una marcada discriminación hacia la mujer, “a pesar de que ésta representa el 40 por ciento de la fuerza productiva, aporta la mitad de los nuevos profesionales, administra el hogar y sigue con remuneración menor que el hombre en iguales circunstancias”.

En contra de sus derechos

Desafortunadamente la participación que han ganado las mujeres gracias a su tenacidad, es empañada por la existencia de otros graves inconvenientes con los que ellas tienen que lidiar, como son: el maltrato físico y el abuso sexual, que en Colombia y en el mundo son problemas que vapulean la dignidad y ponen en riesgo la integridad de las mujeres.
“ En el presente hay mucho maltrato familiar. Muchas mujeres sufren junto con sus hijos las consecuencias de los desajustes emocionales y malos tragos de los hombres. Pienso que hay que encontrar mecanismos efectivos que logren defenderlas”, destaca Ángela Cuevas.
De acuerdo a las estadísticas del Observatorio de Violencia Intrafamiliar, durante el primer semestre de 2005 en Cali, fueron denunciados 2.125 casos de mujeres maltratadas, en ese mismo lapso 155 mujeres fueron víctimas de abuso sexual. Pero el Observatorio estimó que solamente el 20 por ciento de los casos de violencia intrafamiliar solicitan ayuda institucional y que para la violencia sexual, esta búsqueda se da sólo en el cinco por ciento de las veces.

Bienestar y trabajo

Si bien en el tema del maltrato por lo menos se están produciendo alertas, existen fenómenos que no son tan masivos, pero que igual tienen consecuencias de alto impacto, como el caso de las mujeres talentosas y exitosas que generan riqueza, oportunidades de trabajo, pero... a costa de su bienestar, hasta que llegan a tomar la decisión de revelarse contra su vida corporativa y dedicarse a enteramente a un devenir con otro tipo de estreses.
En Cali, y el mundo, se están haciendo cada vez más visibles y numerosos los casos de cerebros fugados de sus carreras para dedicarle más tiempo a asuntos más vitales, como la vida familiar. Por ejemplo, una encuesta a la clase de 1981 de la Universidad de Stanford mostró que el 57 por ciento de las graduadas dejan la fuerza de trabajo, otra muestra que una de cada tres mujeres blancas que poseen un MBA no está trabajando a tiempo completo, comparadas con uno de cada 20 hombres.
Estas muestras de los Estados Unidos, sin duda también se verán replicadas en nuestro medio en el mediano plazo, pero con las lógicas variaciones culturales que nos caracterizan y nuestras soluciones propias, porque así como existen medios donde se generan conflictos, también se han producido especializaciones laborales en las que la mujer ha consolidado magníficos desempeños sin necesidad de restarle calidad a su vida. Queda por verse cómo se hallarán alternativas que permitan mantener su presencia e importante contribución en el mundo corporativo.

Excelencia laboral femenina

El papel profesional de la mujer no tiene limitación de ámbitos, así existan resistencias o sorpresas como cuando, aun en nuestros días, los pasajeros de un avión comentan: “mira, el piloto es una mujer”.
Entre las manifestaciones laborales contemporáneas en las que las mujeres tienen especial reconocimiento se encuentra un área tan vital como la comercial, y no precisamente por el poder de convicción de una cara bonita, sino por el profesionalismo con el que ellas administran su tiempo, el conocimiento que tienen de sus productos, el seguimiento que hacen a sus propuestas, el volumen de cierre de negocios y calidad de su servicio posventa.
Acerca de este tema, los americanos están solucionando un problema de marras: la alta deserción de los vendedores de automóviles (sólo uno de cada cuatro hace carrera en el medio), a través de la contratación de mujeres, pues los expertos de la firma CNW Marketing Research Inc. han encontrado que ellas tienen influencia en el 81 por ciento de las compras de carros y que prefieren comprarle a otra mujer. Este caso muestra los visos de un profundo cambio que se está generando no solo en materia de consumo, sino en todos los ámbitos y para el cual ellas y ellos tienen que definir y encontrar el rol que les resulte adecuado.

Majas de hoy

El recato, la ropa, el liderazgo y todos los roles que la tradición esperaría para la mujer están modificándose y no de manera tranquila, sino a velocidades y con actitudes nada formales. Es lógico, las conquistas de la mujer que hace 50 años salió de estar encerrada en casa para entrar a luchar por un lugar en un mundo exclusivamente masculino no se dio como en los cuentos de hadas y es por eso que, como dicen las abuelas, “las niñas de hoy no aguantan nada”.
Cali tiene el estigma de ser una ciudad sin hombres. Las jóvenes en algunos casos y las ya mayores de 30: autónomas, trabajadoras, exitosas y con muchas otras virtudes, reclaman que no hay “tipos” que estén a su altura. Este asunto ha llevado a que muchos educadores, entre ellos el experto Francisco Cajiao, se hayan planteando inquietudes sobre la necesidad de hacer grandes cambios en el sistema educativo, “pues los progresos logrados por la mujer están generando una crisis de masculinidad entre los niños y jóvenes que no saben exactamente cuál es su rol en una sociedad que parece no ocuparse de ellos, de sus retos, de sus angustias y de sus necesidades en el proceso de crecimiento”. Obviamente la culpa no es de las mujeres, sino de la manera cómo la sociedad (hombres y mujeres), debe adaptarse a la evolución lógica que desencadena la imprescindible presencia femenina y su sexto sentido, ese que visualiza el futuro, imagina, sueña, pero que sobre todo ha demostrado capacidad para construir bienestar.

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